Mapeo de Afectos: Mucha Muchacha
Por: Alejandra Camacho Suárez*
Mis preocupaciones e intereses como investigadora social – siempre en formación – han sido comprender los procesos por los que las personas jóvenes, y en especial las mujeres, experimentan y viven en distintos espacios sociales.
Me he dedicado a analizar cómo mujeres jóvenes urbanas artistas crean sus sentidos de espacialidad en internet. Esto me llevó a comprender que sus prácticas socio-comunicativas en los espacios digitales – como Instagram – son contradictorias y complejas, pero que también resignifican estos espacios como lugares seguros y de encuentro con sus pares.
En años más recientes, me he preguntado sobre cuáles son los procesos por los que las mujeres jóvenes generan su sentido de espacialidad en la ciudad de Aguascalientes, las experiencias que viven, así como la manera en la que se reapropian y resignifican el espacio público. Para seguir con esta inquietud y de manera colectiva, a principios del 2020 – antes de la contingencia sanitaria que cambió nuestras vidas – nace Mucha Muchacha, un colectivo del cual soy co-directora.
Desde entonces he tenido la oportunidad de ser partícipe, y al mismo tiempo testigo, del movimiento feminista de Aguascalientes que ha tenido un impacto significativo en el imaginario colectivo de la ciudad, y sobre todo en la participación política de las mujeres en los avances por nuestros derechos.
Si bien el movimiento no es homogéneo, existen dos ejes articuladores: 1) la búsqueda por la justicia reproductiva y 2) una vida libre de violencia. Mucha Muchacha, a través de diálogos y acciones compartidas, piensa en estrategias a implementar para que los espacios públicos sean seguros ante las violencias que vivimos en ellos y así exigir nuestro derecho a la ciudad.
Problemáticas socioespaciales de Aguascalientes: Crecimiento urbano, segregación y violencia contra las mujeres
Desde 1980, la ciudad de Aguascalientes comenzó a vivir diferentes transformaciones económicas, demográficas, culturales, comunicacionales y territoriales. Su origen tiene explicación en procesos multifactoriales, entre ellos el de la globalización y la rápida urbanización.
La ciudad se ha convertido en una ciudad media y una de las veinte más pobladas del país, en donde el 84% las y los habitantes son población urbana (INEGI, 2023). Además de convertirse en una ciudad interconectada, se inserta en dinámicas económicas globales y es un sitio para las transacciones internacionales.
El crecimiento urbano acelerado y desigual ha generado una ciudad excluyente y contradictoria en donde existen “periferias diferenciadas” Camacho (2020), vías de acceso hechas preferentemente para automóviles y, más recientemente, una reforma al Código Urbano para reducir las áreas de donación y espacios públicos.
Estos procesos han afectado el bienestar y la calidad de vida de las personas de la urbe, articulándose con la violencia sistemática hacia las mujeres. Debido a que la planeación de la ciudad ha carecido de una perspectiva de género, interseccional y de cuidados, se ha reducido la movilidad y seguridad de las mujeres de una manera específica y diferenciada.
Esto provoca cada vez más la inaccesibilidad a nuestro derecho a la ciudad para una población que sufre distintos tipos de violencia. Además, hace que nuestra percepción de los espacios públicos de la ciudad sea de inseguridad y de miedo.
Según datos de la ENDIRHE 2022, en el 2021 el 47.2% de las mujeres de 15 años o más de Aguascalientes han vivido violencia en el ámbito comunitario, un porcentaje mayor que la media nacional que corresponde al 45.6%. Este ámbito engloba tres tipos de violencia: psicológica, física, y sexual, siendo ésta última la de mayor porcentaje registrado, con el 43.4%.
Los lugares en los que más han ocurrido estas violencias han sido en los espacios públicos: como la calle y el parque con el 66.6%; el autobús y microbús con el 13.7%; la feria, fiesta, asamblea o junta vecinal con el 4.5% y el mercado, plaza, tianguis con el 3.9%.
La situación sobre la inseguridad en el ámbito comunitario es una problemática que con urgencia hay que erradicar, debido a que, “por sus patrones de movilidad, las mujeres usan más el espacio público y los medios de transporte público, lugares donde también hay una alta incidencia delictiva”. (SEDATU-INMUJERES, 2022).
Por esa razón, se necesitan múltiples esfuerzos y estrategias para asegurar el bienestar de las mujeres en los espacios públicos porque, como diría Olga Segovia (2017), la ciudad como un espacio privilegiado para la interacción social y cultural “constituye[…]un factor que coadyuvante tanto para el desarrollo de su ciudadanía como a la autonomía personal”.
Entonces ,¿cómo nace Mucha Muchacha?…y ¿cuál es su praxis?
Mucha Muchacha nace como una respuesta a: 1) un contexto de violencia imperante hacia la diversidad de mujeres, en especial las jóvenes, en el cual el cuerpo es el primer territorio por recuperar; 2) las desigualdades que ha creado el proyecto de urbanización para la población de la ciudad; y 3) la capacidad de las prácticas artísticas y creativas para generar reflexiones, diálogos y estrategias para la resignificación de los espacios públicos como seguros.
A lo largo de 3 años hemos gestionado actividades, encuentros y talleres en espacios offline y online con el objetivo de que la diversidad de mujeres jóvenes de la ciudad de Aguascalientes encuentre un lugar seguro en el que pueden informarse, preguntar e interactuar con nosotras y sus pares y reflexionar sobre sus percepciones acerca de la ciudad y las vivencias que tienen en ella.
A finales de febrero del año en curso, Akari Gutiérrez, co- directora del colectivo, y yo hicimos nuestro primer taller llamado “Mapeo de Afectos: Repensar las ciudades desde las experiencias y sentimientos colectivos”. Fue un taller teórico-práctico que tiene como puente reflexivo las expresiones artísticas como el dibujo, la fotografía, el video y la escritura creativa para crear espacios en los que además de sentirnos seguras, podamos compartir quiénes somos y qué relaciones tenemos con los lugares que habitamos de manera personal y colectiva.
En el taller de mapeo participamos diez mujeres y tres hombres, entre 23 a 51 años, todas con carreras universitarias como psicología, arquitectura, artes escénicas y sociología. Todas éramos distintas, diferentes alturas, anchuras, preferencias sexuales y colores de piel.
También, eran distintos los lugares en los que nos desenvolvemos en la ciudad, los transportes que usamos y nuestras historias y experiencias en la ciudad. A lo largo de cuatro sábados, reflexionamos acerca de la vida acelerada que vivimos, de cómo la lentitud y la pausa es una resistencia. Asimismo, discutimos cómo el cuerpo es nuestra primera escala de espacialidad y cómo este es afectado y afecta las maneras en la que se construye la ciudad, debido a que ésta es más que un soporte físico, sino un espacio simbólico, experiencial y cambiante.
Usamos distintas técnicas metodológicas para conocer, compartir y reflexionar más sobre las vivencias que experimentamos en las ciudades. Entre ellas la de los grupos de discusión espacial propuestos por David Seamon (1979), quien dice que comprender una situación de manera intersubjetiva – en este caso el papel del cuerpo y las emociones en los movimientos cotidianos – nos ayuda analizar aspectos de nuestras vidas desde las aproximaciones de distintas personas, provocando que nos volvamos más sensibles a nuestro entorno.
Por otro lado, el Mapeo Colectivo de Iconoclasistas (2013) lo conciben como un medio para reflexionar y socializar saberes y prácticas, impulsar la participación colectiva, así como “el impulso a la creación e imaginación, la problematización de nudos clave, la visualización de las resistencias, el señalamiento de las relaciones de poder, entre muchos otros.” (p.7)
¿Qué logramos?
Los productos finales del taller fueron un archivo fotográfico y audiovisual de las sesiones impartidas, en donde recuperamos las discusiones que se fomentaban a través las actividades del taller, bitácoras espaciales, diarios sobre trayectorias de movilidad, mapeos libres y ejercicios de escritura creativa.
Para nosotras, era muy importante hacerles saber a las participantes que sus conocimientos sobre la ciudad, así como los afectos, emociones y experiencias generadas en ella, son valiosos. Además, son saberes para repensar la manera en la que nos relacionamos en los entornos urbanos. Por esa razón, con todo el material que se produjo, hicimos una exposición en el centro cultural Artefacto Espacio Experimental, ubicado en el centro de la ciudad, donde también se llevó a cabo el taller.
Fue un evento en el que todas las participantes invitaron a sus familiares y amistades y pudieron compartirles lo que estuvieron reflexionando durante cuatro sábados consecutivos. También, pudieron mostrarles en diferentes mapas de la ciudad los lugares en donde se sienten seguras, donde han tenido miedo o han sido violentadas, donde no pueden caminar porque les da miedo la velocidad de los automóviles al pasar, donde les gusta pasar su tiempo de ocio, así como las zonas que consideran segregadas y que existe una notoria diferencia y desigualdad socioespacial.
A pesar de que las edades de las y los participantes eran muy heterogéneas, esto no impidió el diálogo y las puestas en común. Fue enriquecedor para nosotras como colectivo encontrar eco en distintas personas que también están preocupadas por la manera en la que las ciudades y sobre todo la ciudad de Aguascalientes está tomando su rumbo.
También, nos recordó que éste no es un resultado de procesos de los cuales no somos partícipes, sino que, aunque parecieran inamovibles, una actitud crítica y sobre todo el sentido de colectividad como resistencia nos pueden ayudar a transformar los espacios públicos y exigir políticas públicas que tomen en cuenta las voces de la sociedad civil.
Es así como este primer ejercicio ha sido una ventana para seguir explorando las posibilidades que el mapeo colectivo tiene para ubicar problemáticas que la diversidad de personas vive en las ciudades. Nuestros esfuerzos continúan para seguir llevando a cabo este taller y hacerlo más accesible para mujeres en situaciones de mayor vulnerabilidad.
De esta forma, seguimos cumpliendo con nuestros objetivos de gestionar espacios seguros y crear herramientas y análisis para identificar problemáticas y violencias que viven las mujeres a través de su participación.
Queremos tener la oportunidad de imaginar otras realidades para así configurar y reconstruir la nuestra.
*Alejandra Camacho es Maestra en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Licenciada en Sociología por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Se ha dedicado a la consultoría social para Planes de Desarrollo Regional con perspectiva de género de manera independiente, así como para proyectos de impacto socioambiental y de género para ONU Mujeres, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Global Environment Facility (GEF).
Ha sido docente de la UAA y actualmente se encuentra trabajando en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) siendo parte del equipo de la Encuesta de la Dinámica Demográfica (ENADID).
Es codirectora de Mucha Muchacha, un colectivo dedicado a crear espacios seguros para la diversidad de mujeres jóvenes y así reflexionar sobre las experiencias que viven en la ciudad a través de diferentes feminismos, la perspectiva de género y el urbanismo con el propósito de crear estrategias para reclamar nuestro derecho a la ciudad.
Bibliografía.
- Hall, S., 1996. Introducción: ¿»Quién necesita identidad”? En: Circunstancias de identidad cultural. Buenos Aires: Amarratu, pp. 1-30.
- Iconoclasistas, 2013. Manual de mapeo colectivo: recursos cartográficos críticos para procesos territoriales de creación colaborativa. Tinta Limón
- INEGI, 2022 Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH)
- INEGI, 2023. https://cuentame.inegi.org.mx/default.aspx. [En línea] Available at: https://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/ags/default.aspx?tema=me&e= 01 [Último acceso: 15 01 2023].
- Sandoval, F. C., 2009. Encuentros y desencuentros frente a la globalización. En: Vivir juntos en una ciudad en transición. Aguascalientes frente a la diversidad social. Aguascalientes: Universidad Autónoma de Aguascalientes, pp. 19-44.
- SEDATU-INMUJERES (2022). Lineamientos para la Prevención y Atención de Acoso Sexual contra las Mujeres en el Transporte Público Colectivo.
- Seamon, David (1979). A Geography of the Lifeworld: Movement, Rest & Encounter. Londres: Croom Helm.
- Segovia, O., 2017. Desigualdades y violencias de género en el espacio público de la ciudad. En: C. d. I. y. E. d. Género, ed. Desigualdad de Género y configuraciones espaciales. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 89-116.
Muy interesante, yo vivo en Aguascalientes, y tuve la oportunidad de ir presencialmente a la exposición de las conclusiones del curso, y fue muy emotivo ver las diferentes circunstancias en las que vivian las que participaron en el taller propio, fue un momento de reflexión y analizar que le toca hacer a cada quien desde su posición.
Excelente artículo.