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Movilidad urbana en Aguascalientes: ¿hacia dónde vamos?

Movilidad urbana en Aguascalientes: ¿hacia dónde vamos?

Por Fernando Granados*

 

El pasado 22 de septiembre se celebró el Día Mundial Sin Automóvil. Esta iniciativa surgió a partir de la crisis petrolera de 1973 para generar conciencia sobre la importancia de desincentivar el uso del automóvil tanto para mitigar los impactos ambientales que resultan del uso indiscriminado de ese modo de transporte como para promover nuevos sistemas de movilidad más eficientes. En ese contexto, es oportuno cuestionar el estado actual de la movilidad en Aguascalientes y, en especial, hacer énfasis en los evidentes retos que enfrenta la entidad en ese sentido. Veamos.

Crédito: Pasajero7.com

La movilidad figura cada vez más en la discusión pública en Aguascalientes. Pero no necesariamente por las razones deseables como contar con un transporte público de excelencia, haber reducido significativamente los hechos de tránsito o la congestión vehicular, o haber aumentado de manera considerable el uso de modos de transporte sostenible como la caminata o la bicicleta. Por el contrario, en Aguascalientes el tráfico es cada vez mayor, al igual que los hechos de tránsito y la contaminación, y cada vez es más difícil desplazarse en modos que no sean el automóvil. 

 

Más aún, Aguascalientes no se encuentra en el conjunto de ciudades en México y en el mundo que están trabajando decididamente en reformar sus modelos de movilidad, conscientes de que haber apostar por el automóvil como principal modo de transporte generó más costos que beneficios: más congestión vehicular, hechos de tránsito, contaminación, etcétera. En Aguascalientes, en años recientes más bien se han invertido miles de millones de pesos en aumentar la dependencia del automóvil a través de obras como pasos a desnivel, lo cual es precisamente lo que ciudades como Guadalajara, Mérida, Medellín, Sevilla, Barcelona, entre tantas más, ahora buscan evitar.

 

Y ¿cuáles han sido algunos de los resultados del modelo orientado al automóvil de Aguascalientes? 

 

Primero, en el estado el número de automóviles aumentó de 59 mil a 430 mil unidades entre 1990-2021, un crecimiento de 630%, mientras la población en el mismo periodo pasó de 720 mil a 1.4 millones de habitantes, un aumento de 94%. En otras palabras, mientras la población creció 1.9 veces, el número de automóviles lo hizo en 7.2 veces. A ese ritmo, no habrá avenidas ni pasos a desnivel suficientes para reducir la congestión vial y mejorar la movilidad urbana.

 

Crédito: Heraldo.mx

Segundo, en 2021 existían 301 automóviles por cada mil habitantes en Aguascalientes, lo que en ese año hizo de la entidad la novena con el mayor índice de automóviles por habitante, a pesar de ser el estado número 27 en población. El estado presentó un índice de automóviles por habitante superior incluso a estados comparables como Jalisco, Querétaro, Coahuila o Guanajuato

 

Tercero, se estima que cada automovilista en Aguascalientes pierde aproximadamente 33 horas al año en la congestión vehicular, mientras que los usuarios de transporte público pierden 59 horas al año por esa causa aun cuando ese modo de transporte no genera la congestión vial. En ese sentido, el promedio ponderado indica que cada persona en Aguascalientes pierde 42 horas al año por congestión vehicular, tiempo que pudiera destinarse a actividades productivas, ocio o recreación

 

Cuarto, en el estado de Aguascalientes ocurrieron 4,388 hechos de tránsito en 2020, en los cuales fallecieron 215 personas y 1,482 resultaron lesionadas. La tasa de accidentalidad del estado fue de 6.5 siniestros por cada mil vehículos, superior a la tasa nacional de 6.2. Y la tasa de letalidad fue de 4.9 defunciones por cada 100 accidentes, superior a la tasa nacional de 4.4. Además, la inseguridad vial afecta en gran medida a los jóvenes, pues el 53% de las personas fallecidas tenía de 10 a 39 años

 

Quinto, en cuanto a calidad del aire, el “Programa Cielo Claro para la Mejora en la Calidad del Aire del Estado de Aguascalientes 2018-2028” indica que, si se hubiese registrado una mejor calidad del aire en 2016 en la entidad, en especial en cuanto a la disminución de partículas PM10 emitidas en gran medida por automóviles, se pudieron haber evitado 2,052 muertes prematuras relacionadas con la exposición de las personas a ese contaminante.

 

Crédito: LJA.mx

Y a pesar de todo lo anterior, en Aguascalientes el 69% de las personas que se desplazan a estudiar aún lo hacen en modos distintos al automóvil—por ejemplo, en transporte público, caminando o en bicicleta—, mientras que, para desplazamientos al trabajo, el 52% de las personas todavía realiza cuando menos un trayecto a pie, en transporte colectivo o en bicicleta. ¿Qué pasaría si en un futuro inmediato los viajes que actualmente se realizan en transporte público, caminando o en bicicleta se hacen en automóvil? Pasaría lo que históricamente ha ocurrido en tantas ciudades en el mundo: el tráfico seguiría en aumento y, con ello, las externalidades negativas mencionadas anteriormente, lo que, en suma, reduciría continuamente la calidad de vida en la entidad. 

 

En resumen, es indispensable impulsar, de manera decidida, es decir, con recursos, tiempo, esfuerzo y capital político, nuevas políticas de movilidad en Aguascalientes encaminadas a desincentivar el uso indiscriminado del automóvil, incluyendo la construcción de infraestructura peatonal y ciclista y la mejora sustancial del transporte público para contribuir a un futuro más competitivo y sostenible y una mejor calidad de vida para la población y las futuras generaciones. ¿O seguiremos repitiendo los errores que cientos de ciudades ya cometieron con anterioridad?

 


*Consultor en planeación urbana. Maestro en Planeación Urbana por la Universidad de Harvard.
fernando.granados@alumni.harvard.edu / @fgranadosfranco

 

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